Este veranillo, te vamos a invitar a una ración diaria de píldoras tecnológicas por si tienes que enfrentarte a un quiz test informático a traición y librarte así de pagar la ronda en el chiringuito playero. Estáte atento, porque al final de la serie haremos un concurso de cultura tecnológica de cara al SIMO y nuestros XVI Premios PC Actual
¿SABÍAS QUE...? (#165)
Los estudios realizados sobre la genética humana dan para mucho y una prueba de ello es la posibilidad de clonar seres o modificar su estructura física. Dejando al lado la ética de la «creación» de individuos, ahora se plantean otro tipo de cuestiones: la elaboración de procesadores «vivos».
En el más profundo secretismo, se han realizado pruebas con chips compuestos de filamentos de ADN cuyo resultado aún es un misterio. Quizá la característica más evidente de este tipo de creaciones sea la reestructuración de los transistores automáticamente, es decir, dispositivos no más grandes que una molécula que se regeneran.
Científicos israelíes fabricaron los primeros transistores a partir de nanotubos de carbón de no más de la diezmillonésima parte de una pulgada. El resultado fue una estructura semejante a un alambrado cuya funcionalidad queda cuestionada ante la inestable posibilidad de guiar las conexiones eléctricas a un lugar específico. En posteriores revisiones de dicho experimento se ha ido logrando que una cadena incompleta de ADN regenere un segmento desde una proteína especial conectada a los nanotubos. Finalmente, estas conexiones son cubiertas con oro. Según los expertos implicados o el siguiente paso será estirar una muestra de ADN a la cual «enganchar» dichos circuitos formando transistores.